SELECCIÓN DE REFLECUENTOS *

AZIZ AMAHJOUR (MARRUECOS)

*Reflecuento: subgénero narrativo breve, reconocido oficialmente, practicada su inscripción en el Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de la Comunidad de Madrid, el 17 de diciembre de 2008, correspondiéndole el número M-005856/2008, y el 16/2008/11349 como número de Asiento registral.


WANYA EN LA ISLA DE LEMNOS

A Wanya¹ le parecía que entraba en un mundo de ensueño. Un mundo donde no había cabida para los hombres. A las afueras de la ciudad amurallada había dejado a su príncipe esperándola. Ella se fue metiendo poco a poco en aquel espacio que le maravilló desde el primer momento. Su dedillo meñique totalmente negro causó furor entre las mujeres. Vieron en él la concentración de toda fuerza, de todo poder; y como si fuera un imán atrajo a todas las mujeres hacia ella, que no dudaron en proclamarla Reina de Lemnos. Iba camino de un palacio para ser princesa, y de pronto se ve coronada como reina entre unos gritos que le resultaban familiares: los famosos you, you, you… que, según cuenta Heródoto en su Historia (Libro IV, CLXVIII), los griegos habían tomado de los beréberes o libios y que los emitían cuando visitaban el templo de la diosa Atenea, como expresión de devoción, júbilo y felicidad.

LOS SESENTA Y OCHOS

Además del 68 francés hubo otros. En México, en ese mismo año, hubo movilizaciones. Los estudiantes fueron masacrados… Tal era la violencia, que se llegó a pensar que las fuerzas del “orden”, de pronto, se sintieron como si hubiesen sido poseídos por las almas de los sangrientos tzitzimimes, los “héroes” del crepúsculo encargados de acabar con el Quinto Sol. ¡Eran tan crueles que se sintieron identificados con los que eran sus ídolos, se pensaba…!

¿¡O eso decía el gobierno para lavarse las manos…?!

DE REINOS Y REPÚBLICAS

Éranse, hace mucho tiempo, unos reinos tan poderosos, tan poderosos que reinaron sobre varias repúblicas. Éstas surgían, amenazaban, proclamaban independencia y luego desaparecían, mientras los reinos seguían allí, inamovibles, yaciendo sobre su peculiar historia, moldeando su peculiar presente. Primeras repúblicas, repúblicas étnicas, repúblicas rojas, repúblicas históricas como la república corsaria de Salé. ¡Mientras los reinos seguían allí! Muchas veces dándose la espalda y otras tendiéndose la mano mutuamente. A veces incluso para crear repúblicas en uno de los reinos con gentes llegadas del otro, como en el caso de la última república citada con población procedente del famoso pueblo morisco de Hornachos. Pasado el tiempo (los siglos), y desaparecida la república, los dos reinos permiten magnánima y generosamente el hermanamiento de los dos pueblos-ciudades, de procedencia y

de destino, en memoria de aquel pueblo y tiempo compartidos (que no eran los únicos), en memoria de aquella república hija nacida de los dos reinos.²

CANTO GENERAL Y LOS AÑOS DE PLOMO

Iba leyendo El fugitivo en aquella temible y larga encrucijada, cuyos tambores todavía resuenan en nuestra memoria. Iba inmerso en aquellos pasajes y acontecimientos…, en aquellos años que anunciaban ya su fin –“sin” saberlo nosotros–, cuando una voz ronca, en aquella frontera de la vergüenza (salida de un mundo y entrada en otro), me ordenó con aplomo: “–Enséñame el libro”; y yo viendo pasar delante de mis ojos un caudal vertiginoso de imágenes, sin mediar palabra, le tendí Canto General al policía, y él leyó: “Bablo Niruda”, luego comentó con desprecio, rebosante de una oscura y tremenda ignorancia: “¡Ah sbeliunía, hák, hák!” (¡Ah español, toma, toma!). Y yo pensando: “Si llega a saber de qué trata el libro, seguro que me premia, cuando menos con una bofetada, si no es con arrestarme y abrirme un expediente…”

Pasaron dos décadas de aquel entonces y todavía sigo sumido en mi desconcierto. Desconozco si el policía aquel me perseguía a mí, o era uno de los agentes de Videla que había errado el camino persiguiendo todavía a Neruda…!

DE LUCIOS Y PÉTALOS & PODER

En los años de plomo más duros, en una gran plaza del extenso país, un meydúb³ gritaba ofreciendo pétalos de rosa a los transeúntes: −¡Coged, oh, inconscientes, para recuperar vuestra conciencia, si en algún momento la habéis tenido! ¡Tomad estos pétalos! ¡Son el remedio para recuperar vuestra condición de personas, si en algún momento lo habéis sido! Tomad ejemplo de Lucio; y de Isis, la diosa que de él se apiadó. ¡Pero la gente no entendía nada… y pasaba de largo!

Un tipo moreno azulado, con bigote frondoso y despeinado y gorra de visera larga, se para clavando los ojos en el meydúb. Y éste le interpeló: −Dile a los que te mandaron, que duerman tranquilos; ni el remedio de Isis vale aquí. ¡Que en éstos la condición de burro ha calado a lo más hondo, confinando la humana a lo más recóndito y obscuro de sus seres! ¡Ay!… ¡Ojalá fueran estos como Lucio!

EL SILENCIO DE JESÚS (EL QUINTERO)

A un loco, gran artífice de la comunicación salpicada de blancos .. de silencios .. de miradas…, le dicen:

−¡Es usted un gran maestro del silencio, Don Jesús! Y él, inmediatamente, en esta ocasión, sentencia:

−¡Después del silencio hay que saber qué decir…!

LA VIDA ES UN SONETO

El verdadero poeta es el que inspira…

(Paul Valery)

A la memoria de Don Manuel Machado,

auténtico autor de este reflecuento.

Cuenta Manuel Machado, al ritmo de once golpes, que la vida entera cabe en un soneto. Que apenas empezada, se queda atrás su primera etapa, como si de un descuido se tratara, consumada en el primer cuarteto. La sigue la juventud, que pretende dar con el secreto de la vida, pero con ella, que rauda va, éste pasa inadvertido. A nuestro ecuador llegamos de esta manera, que, creyéndonos maduros, malgastamos en el primer terceto. Que nos proyecta al segundo, última etapa de la tercera edad, donde con ilusoria experiencia y con el peso del fatal sino nos vemos en el ocaso. ¡A un paso del último viaje! Y ya lo damos, pronunciando el último verso que cierra el soneto. ¡Eso es todo! ¡Y ya nos vamos!

¡Sí, Don Manuel, la vida es un soneto!

¡Qué soneto es la vida!4

Reflecuento: subgénero narrativo breve, reconocido oficialmente, practicada su inscripción en el Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de la Comunidad de Madrid, el 17 de diciembre de 2008, correspondiéndole el número M-005856/2008, y el 16/2008/11349 como número de Asiento registral.

¹Wanya o Nunja, protagonista de un cuento de la tradición oral marroquí (que da título al cuento).

² Como consecuencia de la Expulsión de 1609 muchos hornacheros terminaron en la ciudad de Salé. Se instalaron en la otra orilla del río Abu Raqraq o Bu Regreg (en lo que es actualmente la Medina de Rabat), y en menos de dos décadas proclamaron su independencia del Sultán. Hablaban castellano, llegando incluso a redactar sus documentos oficiales en dicha lengua, y eran de costumbres muy relajadas (tanto en el vestir como en el modo de vivir en general) por lo que fueron señalados con la mano de los habitantes de Salé como los “cristianos de Castilla”, haciendo referencia a la Península, de donde habían sido expulsados por haber sido acusados de “falsos conversos, o falsos nuevos cristianos”, o sea  de musulmanes. ¡Qué paradoja!

Duró en torno a cincuenta años la república llamada corsaria por dedicarse básicamente al corso y al control del mar (de las ofensivas extranjeras).

³El maydub , en el concepto de los marroquíes, es el ser que se destaca en sus dichos y hechos del cuadro de las personas corrientes. Se diferencia del loco (hamak ) por el resultado de sus palabras y obras. A veces comunica las cosas sobrenaturales y sus palabras concuerdan con la voluntad de Dios.” Definición de Valentín  Beneitez Cantero. De su prólogo a la obra de Ibn Azzouz Haquim Pensamientos y máximas de Sidi Abdurrahman Al-Maxdub , Madid, Ediciones del Instituto de Estudios Africanos, 1955, p. 7.

4 Este reflecuento se inspira temáticamente y estructuralmente en un soneto de Manuel Machado, titulado Alfa y omega . Dice así el soneto:

Cabe la vida entera en un soneto

empezado con lánguido descuido,

y, apenas iniciado, ha transcurrido

la infancia, imagen del primer cuarteto.

Llega la juventud con el secreto

de la vida, que pasa inadvertido,

y que se va también, que ya se ha ido

antes de entrar en el primer terceto.

Maduros a mirar ayer tornamos

añorantes y, ansiosos, a mañana,

y así el primer terceto malgastamos.

Y, cuando en el terceto último entramos,

es para ver con experiencia vana

que se acabó el soneto… Y que nos vamos.

AZIZ AMAHJOUR

(Tetuán, 1965).

Doctor por la Universidad Complutense de Madrid. Fue profesor de castellano para extranjeros (de distintas nacionalidades) durante varios años en Madrid (1999-2007) y Mediador Intercultural y programador-coordinador de actividades culturales en el Centro Hispano-Marroquí de Madrid en 2008 y 2009. Es profesor y Jefe del Departamento de Estudios Hispánicos de la Facultad Pluridisciplinar de Nador. Tiene publicados varios artículos sobre literatura oral y literatura comparada, el tema morisco, la emigración y la cuestión de la identidad en Revistas como Albatros Viajero (México), Amanecer (Madrid), Hesperia Culturas del Mediterráneo (Madrid), Tántalo (Cádiz), Paremia (Madrid), Aldaba (Sevilla), Dos Orillas (Algeciras), Magriberia (Fez), Revista de Literaturas Populares (México), entre otras; y también en varias Actas de Congresos y en Libros colectivos. Autor del ensayo El cuento folklórico en México y en la Cuenca del Mediterráneo. Estudio semiótico de textos pertenecientes a las dos tradiciones (Madrid, Ediciones Fundación Universitaria Española, 2009, 442 págs.); coautor de El componente etnolingü.stico de la Paremiología (Haute Bretagne, France, Editions Modulaires Européennes, 2007); y de la Edición (en colaboración) del Libro Hispanismo, Migración y Nueva Civilización (Madrid, Ed. Diwan, 2013).

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